Cuando nuestro coche llega a un punto en donde le es imposible seguir funcionando, significa que el motor ha agotado su vida útil y es momento de buscar una solución, ya no se puede retroceder en el tiempo y pensar en hacer las correctas revisiones y el mantenimiento adecuado. Las opciones que tienes para seguir teniendo un vehículo son adquirir motores segundamano, buscar un buen coche usado o ir directamente a un concesionario y sacar un cero kilómetros de la agencia.
A todos nos gustaría tener la posibilidad de comprar un coche totalmente nuevo, nada como ese olor a caucho y plástico que despide un vehículo recién salido de la agencia, pero tenemos que ser realistas, no todos tenemos la capacidad financiera para darnos ese lujo, pero si tomamos las decisiones acertadas podemos obtener un excelente coche al final del día.
Los motores de segunda mano
Olvídate de falsos mitos que colocan estos productos al final de la lista como opciones para recuperar tu coche, de hecho, son una excelente alternativa ya que gastas muchos menos euros y puedes obtener un excelente resultado:
1.- Un motor de segunda mano es debidamente probado para garantizar su funcionamiento una vez que sea incorporado.
2.- Puedes adquirir un motor más nuevo que el año de tu vehículo y así renovar la vida útil de tu coche y optimizar su potencial.
Coches usados, ¿cómo revisarlos?
1.- Lo primero es evaluar todo el chasis y las zonas visuales en general para ver el estado del vehículo, en este primer paso eres quien considerará que tan deteriorado puede estar.
2.- Revisa debajo del coche si hay gotas de algún fluido del motor, identifica o pregunta si tiene algún bote de aceite u otro líquido, es normal que bote algunas gotas pero no en demasía.
3.- Abre y revisa el motor parado y en funcionamiento, observa que tan limpio está, el olor que desprende y los ruidos que presenta al momento de arrancar.
4.- Por último, da un par de vueltas en el coche para evaluar su manejabilidad y estabilidad al conducir.