No todo en la actualidad es digital, incluso muchas propagandas que invaden nuestras pantallas de ordenadores y equipos móviles cuando estamos navegando por Internet, son cerradas automáticamente sin siquiera ser analizadas por los internautas. Mientras que la información plasmada en papel a veces tiene mayor oportunidad de ser observada porque no es invasiva, por ello sigue siendo vigente la estrategia de usar buzoneo en Madrid.
Dejar una nota en los buzones de posibles consumidores de nuestros productos o potenciales usuarios de nuestros servicios, con información breve pero que resalte algo que llame la atención del lector, algo que le cautive, como por ejemplo una oferta, algo novedoso, una invitación, un descuento, en fin algo que con solo verlo por encima sepa que logrará un beneficio.
Una vez que es atrapada la atención de esa persona, seguramente completará su lectura en las otras áreas que conforman el folleto, en las cuales puede exponer en dónde encontrar una información más amplia de lo que está publicitando.
Como puede observar, en ningún momento fue inoportuno, porque la persona toma lo que le dejan en su buzón y él mismo decide cuándo revisarlo, por ende, en ese momento está preparado para ello. No es como la publicidad invasiva de Internet, que aparece cuando la persona está dispuesta es a hacer otra cosa, por lo tanto, resulta desagradable y repudiado, provocando incluso una percepción negativa.
La estrategia de usar buzoneo en Madrid no parece perder vigencia
Un folleto es un lienzo que puede ser muy bien aprovechado, en cierta área especial colocar aquello que sea lo que cautive al individuo, una frase impactante, una imagen atrayente, una cifra de descuento muy atractiva, en fin, eso que el diseñador, previo estudio, haya concluido que causará un efecto de empatía con un potencial cliente.
También es oportuno que incluya información interesante que el lector considere digna de detallar, por ejemplo, si se trata de la venta de un producto como una crema dermatitis atópica, se ha de incluir cómo le beneficiará a la persona, aun sabiendo quien la padece que es una condición incurable.
Por supuesto, no se debe ofrecer falsas expectativas, solo por llamar la atención y tratar de ganar un consumidor, que después, si llega a la acción de comprar y no obtiene lo que se le ofreció, sentirá decepción y se convertirá en un agente que perjudique la imagen del negocio, lo que también es muy poderoso.
La publicidad siempre tiene que ser honesta, sincera, buscar la manera de ser llamativa pero sin mentir, ni falsear la realidad del producto, pues tarde o temprano se sabrá la verdad. Quienes lleguen a nuestros productos y corroboren lo ofertado, serán aliados en todo el proceso de marketing del negocio.